El futuro del poder en China. Asoman los nuevos dirigentes

por Ángel Maestro, 27 de abril de 2009

Los observadores políticos y estudiosos que en la hoy extinta Unión Soviética aventuraban perspectivas respecto al futuro político, los llamados “kremlinólogos”, figuraban entre los augures con mayor número de fracasos en sus predicciones. Analizando la falta de éxitos casi total, deberían haber caído en el mayor de los desprestigios. Más lejos de ello volvían a repetir los errores una y otra vez.
 
En la China post Mao, los “sinólogos” occidentales no alcanzaron los grados de errores de los “kremnlinólogos” de antaño, pero el número de conjeturas fallidas tras la muerte de Mao Tse-tung (Mao Zedong en la nueva grafía) ha sido considerable.
 
El acceso al poder de Hua Kuo feng, (Hua Guofeng) y las medidas adoptadas en octubre de 1976, a menos de un mes del fallecimiento de Mao, con la detención relámpago de la ultraizquierdista “Banda de los Cuatro”, compuesta por Wang Hongwen, Zhang Chunqiao, Yao Wenyuan y la mujer de Mao, Jiang Qing, lo que significó el fin oficial de la nefasta Revolución Cultural, tomó por sorpresa a la gran mayoría de politólogos, especialistas y periodistas occidentales.
 
LA CHINA POSTMAOISTA. LA ERA DENG
 
El postmaoismo sin Mao que quiso emprender  Hua Guofeng, sucesor designado por Mao, fue rebatido por la autoridad intangible que el Partido reconocía en Deng Xiaoping, rehabilitado tras la muerte de Mao. La caída de Hua Guofeng quien poseía la autoridad virtual sobre el Partido y sobre el Ejército,  también pilló de sorpresa a los observadores, así como el nuevo camino hacia la China moderna, pero eso si controlada por el  Partido Comunista Chino (PCC) que supuso la decisiva influencia política de Teng Hsiao-ping (Deng Xiaoping).
 
Podríamos seguir con la relación de sorpresas originadas por los drásticos cambios en las máximas alturas del poder en China, por ejemplo las destituciones de Hu Yaobang y Zhao Ziyang, los sucesos de Tienanmen, etc. Deng pudo haber hecho un caso excesivo a los puntos de vista parciales de Li Peng y Chen Xitong que posiblemente exageraron la gravedad de la situación llevando a la decisión de reprimir las demostraciones por la fuerza. Pero también resultaba posible que los enormes errores de Gorbachov en la Unión Soviética indujesen a evitar que se produjese en China un agravamiento de los desordenes similares a los  conducentes a la implosión de la URSS. El miedo a  una hipotética repetición de la experiencia soviética en China, pudo jugar un papel capital al ordenar mediante la decidida represión  el  corte de raíz y de forma radical de los brotes contestatarios.
 
Las premisas básicas del  cambio radical, drástico, que supuso la era Deng desde su rehabilitación en 1977, fueron el centrarse en gobernar, acabar con la primacía ideológica de la lucha de clases, promover la reforma económica, eso si siempre con el control político del partido, abrir las puertas del mundo exterior para levantar al país de la pobreza y también salvar al partido del colapso.
 
Deng procuró eliminar la incertidumbre  y restaurar la confianza en la sociedad y en el partido. Su primer principio fue “buscar la verdad en los hechos”, y con una política de “la práctica es el único criterio de la verdad” refutó los ”dos todos” de Hua Guofeng (“Todo lo decidido por Mao hay que mantenerlo, todo lo mandado por Mao hay que seguirlo”), y terminó con el caos. Con esto refutaba la primacía de Mao de la “lucha de clases”. Deng se dio cuenta de que no habría ninguna guerra mundial, y después de Tienanmen rechazó una estrategia agresiva descartando un liderazgo de revolución mundial. “No tenemos miedo de nadie, pero tampoco deseamos ofender a nadie”.
 
Tras esas medidas fundamentales una de las características importantes ha sido la de la estabilidad política plasmada en el acceso y sucesión de las más altas jerarquías del partido y del gobierno.
 
La ordenada sucesión de las generaciones ha facilitado enormemente la labor de los “sinólogos” occidentales, pudiendo decirse que el número de errores en las predicciones políticas  respecto a  la futurología ha experimentado una reducción sumamente considerable.
 
Deng aseguró el paso al verdadero control del poder  a la “tercera generación” de dirigentes .La idea de numerar generaciones de dirigentes provino de Deng, Su “autoridad intangible”  derivada en parte de su estatus como miembro de la generación ”revolucionaria” constituyó una precondición para ser una figura dominante. En vida y a su muerte esa condición ya no la ha tenido nadie. Deng fue el último hombre fuerte e indiscutible del partido comunista y su muerte marcó el fin de una era revolucionaria en la historia moderna de China.
 
¿QUIÉN GOBIERNA EN CHINA?
 
El máximo órgano de poder en China ciertamente no es el gobierno como es habitual en los países socialistas, pero ni siquiera el politburó del partido comunista compuesto por una cifra variable entre  veinte, veinticinco personas, sino el Comité Permanente del Politburó. Ahí radica el verdadero centro de poder compuesto por un reducido núcleo de máximos dirigentes, variable desde siete a diez personas sin que existan normas sobre número de componentes.
 
El Comité Permanente se renueva en ocasión de los Congresos del Partido, evento que se realiza dos veces cada decenio; existieron razonables dudas ante el XV Comité Central (1997), y el nuevo Comité Permanente del Politburó compuesto por siete miembros, respecto al ejercicio del poder por la “tercera generación”, cuyo exponente más destacado era el secretario general del partido Jiang Zemin .Frente a  los problemas que se vaticinaban a la muerte de Deng, la autoridad de Jiang fue suficientemente estable; aún sin seguirla totalmente no se separó de la línea de Deng ni intentó cambiar de dirección. La oposición a Jiang, existente desde luego, especialmente por Li Ruihuan, tampoco planteó grandes desafíos en el XV Congreso del Partido. Jiang Zemin fue a la vez que secretario general del Partido, también presidente de la República Popular China, y presidente de la Comisión Militar Central.
 
Aún siendo el verdadero poder, Deng nunca ocupó los cargos más representativos como la presidencia de la República ni la secretaría general del Partido, pero si se reservó la presidencia de la Comisión Militar Central. Ni de Jiang Zemin, ni su sucesor actual Hu Jintao, pudo decirse que su posición era indiscutible a pesar de ocupar la presidencia de la República y la secretaría general del Partido, hasta presidir la Comisión Militar Central. Ese tercer cargo representa en la ”sinología” del partido comunista chino, y por tanto en el poder, la confirmación del líder como dirigente supremo.
 
LAS NUEVAS GENERACIONES
 
El XVI Comité Central (2002- 2007) significó la llegada a los máximos puestos del poder de los componentes de la “cuarta generación”, encabezados por Hu Jintao, ingeniero hidráulico, quien pasó a ocupar la presidencia de la República y la secretaría general del Partido. Aunque aún transcurriría un tiempo en sumar a esos dos puestos el tercero, clave para confirmar al dirigente supremo. El número de componentes pasó de siete a nueve y junto a Hu Jintao destacaban  Wu Bangguo, ingeniero, presidente de la Comisión Permanente del Congreso Nacional, Wen Jiabao, ingeniero, primer ministro, Jian Qinglin, ingeniero, presidente de la Conferencia Consultiva política del Pueblo, Li Changchun, también ingeniero, encargado de un departamento de la importancia de Propaganda e Ideología, así como el más veterano, Luo Gan , doctor en ingeniería, a cargo de las significativas cuestiones de seguridad e inteligencia.
 
La transición de la “tercera generación” a la “cuarta generación” se realizó de forma ordenada, e incluso el papel  del líder saliente, Jiang Zemin, fue realzado en sus logros y publicando sus obras animando al Partido a su estudio. Algo poco habitual a escala universal en los sistemas comunistas. Hu Jintao se confirmó como máximo dirigente, remachando las ideas básicas de “construcción del socialismo con características chinas” y “gran rejuvenecimiento de la nación china”, que el departamento de Propaganda e Ideología reitera insistentemente. El período 2002-2007, tanto a nivel nacional como internacional fue bueno para Hu y reforzado su papel dirigente, que durante 2008 pareció afianzarse.
 
Dada la innegable planificación en la sucesión de dirigentes se llegó al  XVII Congreso Nacional del Partido Comunista, octubre 2007, con el nuevo Comité Central (2007- 2012), comenzando ya a preparar  el ascenso desde el Politburó al máximo órgano, el Comité Permanente del Politburó, de miembros de la “quinta generación”, que salvo acontecimientos imprevisibles ocuparán el poder en China, cuando se celebre en 2012 el XVIII Congreso.
 
El relevo en 2007 de los miembros sustituidos y ascenso de nuevos dirigentes se ha venido realizando sin traumas aparentes, ejemplo significativo ha sido la sustitución por edad (70 años) de Luo Gan al frente de un sector tan importante en el régimen chino como los órganos de seguridad e inteligencia. Hoy la Seguridad  se encuentra a cargo de Zhou Yongkang.
 
En la composición del nuevo Comité Permanente se ha podido ver de nuevo, aunque en grado bastante menor que los errores de los antaño ”kremlinógos”, como también expertos occidentales se han equivocado cuando afirmaban que sólo el propio Hu Jintao y Wen Jiabao permanecerían en el máximo órgano de poder. Jian Qinglin, Wu Wangguo y Li Changchun también han permanecido siendo reelegidos. Y se han incorporado cuatro nuevos componentes, pertenecientes ya a la “quinta generación” : Xi Jinping, Li Kekiang, He Guoqiang, Zhou Yongkang. Sin embargo otra de las  promesas que parecían  firmes, Bo Xilai, de sesenta años sigue aún en el escalón inferior, el Politburó, pero no ha accedido al Comité Permanente. De Bo se dice que humanamente es muy diferente a Xi, y aunque muy unido al anterior secretario general Jiang Zemin, recibió críticas por su propensión a aparecer en los medios de comunicación y tomar decisiones por su cuenta sin contar con la previa aprobación del Partido, aunque algunas  de sus decisiones fueron coronadas con éxito.
 
Otras figuras fueron elegidas para el Politburó, aunque no para el Comité Permanente. De ellas podemos destacar por su evidente éxito a Wang Qishan (alcalde de Pekín y presidente del Comité Ejecutivo de los Juegos Olímpicos de 2008 ), Liu Qi ( presidente del Comité Organizador de dichos Juegos y secretario del partido comunista de Pekín ) Wang Gang, Liu Yandong ( de sesenta y cuatro años, la única mujer miembro del Politburó, hija de un veterano del Partido que participó en la”Larga Marcha”, siendo por  tanto la mujer más destacada de la nomenklatura china ), Li Yuanchao, Wang Yang, Wang Lequan, Wang Zhaoguo, Hui Liangyu, Zhang Gaoli, Xu Caihou, Liu Yunshan ( director del departamento de Propaganda del Comité Central) , Zhang Dejiang, Yu Zhengsheng, He Yong, Lin Jihua, Wang  Huning, junto con el  mencionado Bo Xilai, siendo este la figura más destacada de todas las citadas. También dos militares forman parte del Politburó, los generales Xu Caihou, vicepresidente de la Comisión Militar Central y Guo Boxiong, también vicepresidente de la Comisión Militar Central. Ambos generales poseen una importancia política indudable, al aunar dichas vicepresidencias con la pertenencia al Politburó.
 
Xi y Bo pertenecen a lo que podríamos calificar de eufemísticamente de “aristócratas” del partido. Hijos ambos de veteranos e influyentes dirigentes del partido, y que sufrieron cuando sus padres fueron degradados durante la revolución cultural. Aunque tanto Xi como Bo reaccionan bastante airadamente cuando se les achaca sus éxitos en su carrera política merced a los antecedentes paternos de ambos, y no a sus esfuerzos personales que hay que reconocerlo han sido considerables.
 
LOS NUEVOS MIEMBROS DEL VERDADERO CENTRO DEL PODER, EL COMITÉ PERMANENTE
 
Li Kekiang , de etnia han, con cincuenta y cuatro años es el más joven de los nuevos miembros. En la mentalidad occidental sería un “plebeyo”, pues a diferencia de Xi y Bo que contaron con esos contactos familiares  citados que de alguna forma pudieron influir en su carrera, Li debió crear su propio camino en la influyente Liga Juvenil Comunista, la más importante de las organizaciones adjuntas al partido comunista. Hu Jintao que trabajó en la dirección de la liga durante unos pocos años, desde el Comité Permanente del Politburó agilizó la carrera de un grupo de funcionarios de la liga afines a el. Es doctor en Economía.
 
He Guoqiang  de etnia han, con sesenta y seis años ,ingeniero superior especialidad química, he desempeñado desde su ingreso en el partido puestos relacionados con la Industria Química, y diversos puestos del partido en línea ascendente en la provincia de Shandong, viceministro de la Industria Química, miembro del Politburó y director del importante Departamento de Organización del Comité Central.
 
Zhou Yonkang de etnia han, con sesenta y siete años, ingeniero superior especializado en prospección petrolífera. Acorde con su especialidad ha desempeñado puestos diversos en relación con las prospecciones petrolíferas y la geofísica, viceministro de la Industria Petrolífera, secretario del comité del partido en Sichuán, y especialmente ministro de Seguridad Pública, y miembro del Politburó.
 
Una característica peculiar no sólo del Comité Permanente, sino del Politburó, y de gran parte de los miembros suplentes del más alto aparato de poder, es su condición de ingenieros, como lo ha sido Jiang Zeming, especialista en electrónica o Hu Jintao, ingeniero hidráulico, asimismo los miembros más destacados. A diferencia de los políticos occidentales donde abundan los titulados en Leyes y en Economía, la preponderancia de los técnicos en diversas ingenierías entre los altos dirigentes del poder en China resulta abrumadora como hemos visto anteriormente, pues salvo Li Kekiang, doctor en Economía y Bo Xili, licenciado en Literatura y en Periodismo, y alguna otra excepción, todos son ingenieros en distintas especialidades.
 
 Lo que bien puede significar una especial formación mental tecnológica al afrontar los problemas de la economía china, sus gigantescas inversiones en infraestructuras, bien sean ferroviarias con enormes inversiones en nuevas locomotoras y trenes de alta velocidad, de autopistas  y carreteras, generación de energía eléctrica con construcción de veinte nuevas centrales nucleares, el problema energético con recursos hidroeléctricos con la presa de “Las tres Gargantas” (la mayor del mundo ), etc. fuera ya de consideraciones políticas de control del partido, que esas son inamovibles,
 
De esas cuatro figuras que han ascendido, en abril de 2009, parece que Xi Jinping cuenta entre los miembros de la quinta generación, con las mayores posibilidades para que en el XVIII Congreso del Partido, 2012, sea el sucesor de Hu Jintao.
 
¿QUIÉN ES XI JINPING?
 
Xi Jinping, de cincuenta y seis años, también de etnia han, nació en la provincia de Shaanxi en 1953, cuando su padre era secretario  jefe del gabinete gubernamental, por tanto en el seno de la Nomenklatura china. Es ingeniero químico. Hombre de gran corpulencia física, se comenta que físicamente se asemeja a un jugador de rugby, mide alrededor de 1,90 metros. Es hijo de Xi Zhongxun (1913-2002), uno de los fundadores de los ejércitos guerrilleros comunistas del norte de China, protegiendo la huida de Mao hacia el noroeste durante la Larga Marcha a mediados de la década de 1930. También como los otros nuevos componentes del Comité Permanente e igualmente  Bo Xilai, vivieron de niños el frenético desarrollo del Gan Salto Adelante (1958-1961) y crecieron en la Revolución Cultural.
 
Xi conoció la crueldad de Mao a una edad muy joven, pues su padre que ya había sido encarcelado brevemente antes, sufrió una segunda purga en 1962
 
Acusado por Mao de estar involucrado en una conspiración contra el partido. Acusó a Xi Zhongxun de promover la publicación de una novela sobre Li Zhidan, antiguo superior de Mao, para de esta forma rehabilitar la reputación de otro viejo colega purgado a mediados de los 1950, Gao gang. El viejo Xi fue destituido de su alto puesto gubernamental y enviado a trabajar como obrero a una fábrica, torturado durante la Revolución Cultural, y en arresto domiciliario hasta 1977.
 
El joven Xi fue enviado a trabajar en una comuna agrícola en su provincia natal donde el padre había sido alto funcionario del partido, forzado a realizar declaraciones públicas en sesiones de autocrítica contra su padre, considerado enemigo del pueblo. Su corpulencia física (se dice que podía cargarse en los hombros un grueso palo con dos recipientes de 50 kilos de trigo a los extremos) le ayudó a soportar la dureza del trato cruel al que fue sometido por la Guardia Roja, como hijo de un miembro de la “pandilla negra enemiga del partido”. En su biografía oficial los años tan duros son presentados como “joven instruido en la brigada de Liangjiahe”.
 
Posteriormente a esa época convulsa la buena reputación de su padre entre el campesinado le posibilitó a ser elegido como candidato a miembro del partido, luego elegido secretario local del partido, y en 1975 admitido en la Universidad Qinghua de Pekín. En aquellos años las calificaciones políticas y no los exámenes académicos eran condiciones básicas para ingresar en centros académicos de enseñanza superior. Xi no debía todo a su padre, sino que se labró una buena reputación con la que comenzó a forjar su carrera política.
 
En 1979 obtuvo la titulación de ingeniero químico, situación coincidente en el regreso de su padre al poder como gobernador de la provincia de Guandong. La época de Deng Xiaoping, en la que el mismo había sido purgado y humillado, trajo la rehabilitación de tantos líderes del partido que habían sido sometidos a iguales tratos degradantes.
 
Aún teniendo en cuenta las propiedades del joven Xi, con la vuelta de su padre a la nomenclatura, como comentaron expertos “sinólogos” ,el joven Xi pasaba de pertenecer a la “pandilla  negra” a ser uno de los “príncipes herederos”.
 
Destinado al principio a puestos burocráticos de alto nivel en Pekín, el mismo quiso ser trasladado a provincias donde desempeñó diversos puestos en Hebei. Pero donde especialmente se afianzaría su carrera sería en Fujián en la que permanecería casi diecisiete años. Fujián es una provincia con un alto crecimiento económico que se encuentra frente a Taiwán. Xi ha manifestado que ha pasado en Fujián “sus mejores momentos”.
 
Xi promovió la mejora de los servicios públicos para incrementar el comercio entre Fujián y Taiwán, y naturalmente tras su larga estancia en esa provincia conoce no sólo teóricamente sino de primera mano la realidad taiwanesa, pues gran número de empresas de Taiwán se encuentran establecidas al otro lado del estrecho, precisamente en Fujián o tienen filiales en esa provincia. Por ejemplo  “AU Optronics”, la empresa taiwanesa que se ha convertido en el mayor fabricante de pantallas de televisión de panel plano TFT-LCD, del mundo. Y la cuestión de Taiwán es un tema de importancia capital para el régimen chino, aunque desde la elección en 2008 como presidente, de Ma Ying- jeou, un político mucho más hábil, realista y comprensivo,  las relaciones entre ambos lados del Estrecho han mejorado muy sensiblemente. Ciertamente la situación política es casi totalmente distinta de la existente con el anterior presidente Chen Sui-bien, cuando se estuvo cerca de la guerra. Xi también fue posteriormente gobernador de Zhejiang y después elevado a un puesto prominente, secretario del partido en Shanghai.
 
Existen varios síntomas que parecen  evidentes de la futura promoción de Xi  Jinping a la sucesión de Hu Jintao en 2012: la insistencia mediática y de propaganda del partido en destacar su papel en la lucha anti corrupción “fu bai”, que ha afectado a altas jerarquías del partido. Entre los elogios volcados hacia su persona, signo evidente de su promoción, se señala que cuando fue nombrado en 2007 para el importantísimo puesto de secretario del Partido en Shanghai, se hizo notar  el soplo de aire fresco que trajo Xi tras el escándalo de corrupción de su predecesor Chen Liangyu, quien ha sido investigado por el uso ilegal de 3.200 millones de yuanes (unos 350 millones de euros ) de los fondos de la seguridad social.
 
Otro síntoma, el presentar la efectividad como característica básica de su eficiencia. “Ma Shang Jiu Ban”, traducido, “Resuélvelo”, Tal es el lema  escogido por Xi. Son sólo dos referencias, pero indicativas de la promoción de Xi Jinping a la futura jefatura del partido y del Estado  cuando en 2012 pueda suceder a Hu Jintao. La puesta en escena presenta cierta similitud a la de 2002, cuando Hu Jintao sucedió a Jiang Zemin.
 
BREVE CONCLUSIÓN
 
Como tantas veces ha ocurrido en Occidente las cosas no se quieren ver como son, sino como se desea que fuesen, (ejemplo de antaño, Gorbachov y hoy, Obama) pero a pesar de esos deseos fervientes de columnistas y doctrinarios, en base a los hechos China no parece que vaya a imitar el modelo occidental.
 
La acción de la razón antes que decisoria ha de ser desenmascaradora dada la inmensa capacidad de nuestra especie para equivocarse. La  moderna China ha presentado éxitos en lo económico en épocas de bonanza, y en época de crisis económica como la actual, parece que existen medidas acertadas  para al menos capear el temporal.
 
Pero en lo político sin remontarnos a Deng, no hay dudas sobre la firme decisión continuada desde los dirigentes de la tercera generación, Jiang Zemin, como de la cuarta y actual gobernante, Hu Jintao, igualmente parece evidente en los de la quinta generación ¿Xi Jinping y compañeros?, del poder del Partido comunista sobre todos los núcleos de poder, incluido el Estado e incluso su reforzamiento. Esto sigue siendo la piedra angular del sistema, y el poner en duda el papel dirigente absoluto del Partido en la sociedad china “actual” ,no sólo es tabú, sino objeto de anatema.