El peligro del Califato neo otomano

por Eduard Yitzhak, 13 de marzo de 2018

La deriva islamista de Turquía, miembro de la OTAN, está transformando este país en un caballo de Troya no sólo en esta organización, sino en todo Occidente.

El salafismo –doctrina que rige al partido gobernante de Ankara- muestra animadversión a lo no-musulmán. La hostilidad islamista turca hacia el extranjero y lo no-musulmán es antiguo. Desde la instauración de la República, en 1923, en las escuelas infantiles turcas se han enseñado mitos que han propagado la idea de que “Turquía está sola contra el mundo, ya que las potencias cristianas y también los países árabes provocaron el derrumbe del Imperio Otomano. Todas las poblaciones no turcomanas, como los griegos, los armenios, los judíos, los kurdos traicionaron a los turcos y se sublevaron. Después, en la década de 1920, las potencias occidentales atacaron a los turcos, los legítimos dueños de Anatolia, que habían sido abandonados por todos. Pero los turcos contraatacaron heroicamente y derrotaron milagrosamente a enemigos y traidores y refundaron su país, que sigue rodeado de unos enemigos que están muy ocupados conspirando para destruir a los turcos y Turquía”. Ya en los años 30 con el apoyo de su fundador, Mustafá Kemal Atatürk se le inculcaron a los turcos mitos supremacistas y racistas donde se menospreciaba a la civilización occidental y se exaltaba la llamada civilización musulmana turca [1].

Según la Teoría Turca de la Historia, con rango oficial, apoyada por Mustafá Kemal Atatürk fueron los turcos, los primeros habitantes de Asia Central, los que fundaron la primera civilización del mundo. Después, a causa de los crecientes niveles de sequía en Asia Central, los turcos se distribuyeron por varias partes del mundo y llevaron la civilización al resto del planeta. Asimismo, los turcos desempeñaron un papel principal en la fundación y promoción de la civilización islámica. Esta teoría sostiene que la historia más antigua de los turcos se puede remontar no sólo a Asia Central, también a Anatolia, que empezó a turquificarse en el último periodo del Paleolítico. Los griegos, en realidad, eran turcos. Y los grandes desarrollos en Europa y Asia no se produjeron desde Occidente a Oriente, sino siempre de Oriente a Occidente. En resumen, toda la civilización de Occidente procede de los turcos. También América fue descubierta por los turcos, como el mismo presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró, sin el menor rubor, el sábado 15 de noviembre de 2014 que los turcos musulmanes llegaron a América en 1178, mucho antes de que lo hiciera Cristóbal Colón en nombre de la Corona de Castilla y que Colón menciona la existencia de una mezquita sobre una colina a lo largo de la costa cubana. 

“Lo declaro abiertamente. Si la Historia de la Ciencia estuviera escrita objetivamente, la contribución de Oriente quedaría revelada. No dejaré que una historia escrita por la parte vencedora sea usada para destruir la confianza en nosotros mismos”, dijo el mandatario turco.

Posteriormente Erdogan insistió en que esta teoría no es suya, sino que hay “muchos científicos en Turquía y en el mundo que la defienden”. [2] Esta teoría supremacista otomana contrasta con los hechos históricos. Las ciudades de la Turquía actual –la mayoría de las cuales se encuentran en Anatolia (Asia Menor) y las zonas montañosas armenias– fueron construidas por los griegos, los armenios, los asirios, y los judíos vivieron en ellas desde la Antigüedad. Los yihadistas turcos de Asia Central invadieron y conquistaron el Imperio cristiano bizantino en el siglo XI, allanando así el camino a la gradual turquificación e islamización de Anatolia y Armenia. La caída de Constantinopla en manos de los turcos otomanos el martes 29 de mayo de 1453 dio lugar a la completa destrucción del Imperio bizantino.

A lo largo de esos años, numerosos griegos, armenios y asirios de la región se convirtieron al Islam para escapar de la muerte, el exilio o el desorbitado impuesto de protección, la yizia, exigido a los no musulmanes. [3] Incluso décadas más tarde, después de que Turquía se convirtiera en miembro de la OTAN, el presidente Recep Tayyip Erdogan y su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco) han dejado claro que no son amigos de Occidente. En 2014 Erdogan acusó a los medios internacionales de librar una “guerra psicológica” contra Turquía y cerró medios locales tras acusarles de colaborar en dicha campaña: “Hay una guerra psicológica contra Turquía en los medios occidentales, basada en absolutas mentiras. Cada día, varios periódicos internacionales llevan a cabo una operación de imagen. Turquía no es un país que vaya a ceder ante las redes internas de la traición o a las operaciones de imagen del extranjero.”

El presidente turco también acusó al mundo occidental de odiar a los musulmanes y a la vez amar su dinero, y de querer ver muertos a los creyentes en Alá. “Parecen nuestros amigos, pero nos quieren muertos; les gusta ver morir a nuestros hijos. ¿Cuánto tiempo vamos a tolerarlo?”, se preguntó. [4]

 

Toda la propaganda antioccidental, anticristiana, antijudía y supremacista islamo-otomana ha moldeado profundamente la forma de pensar de generaciones de turcos. Según un informe de 2014 basado en los resultados de una encuesta y titulado “Nacionalismo en Turquía y en el mundo”, realizado por el profesor Ersin Kalaycioglu, de la Universidad de Sabanci, y el profesor Alí Carkoglu, de la Universidad de Koç, una gran mayoría de turcos considera que no hay nada en su historia de lo que deban avergonzarse. “La gente no se siente cercana a Europa o a Oriente Medio”, declaró Carkoglu, “Básicamente, sólo se sienten cercanos a sí mismos. La identidad global es un concepto extraño para la mentalidad turca. Los turcos son turcos, y un dato llamativo es que cuando preguntamos si el mundo sería un lugar mejor si todo el mundo fuese turco, los turcos dieron una puntuación muy alta. Ninguna autocrítica en absoluto... Una cuestión que diferencia a Turquía del resto del mundo es que nuestra identidad nacional está primordialmente moldeada por la identidad religiosa. Lo que hace turco a un turco no es tanto la etnicidad, o el idioma que hable, sino que se trata fundamentalmente de ser musulmán.”  [5]

 

En Turquía se ha llevado una política de exterminio de cristianos, genocidios y matanzas perpetradas contra cristianos asirios, armenios y griegos entre 1915 y 1923. Cerca de tres millones de cristianos autóctonos de Asia Menor perdieron la vida en matanzas o víctimas de las deportaciones, los trabajos forzados o las marchas de la muerte. Muchos de ellos murieron en campos de concentración por enfermedades o de hambre. Buena parte de los griegos que sobrevivieron fueron expulsados de sus hogares en Asia Menor en 1923, en el marco de un intercambio forzoso de población entre Turquía y Grecia. A la destrucción física le siguió la cultural. A lo largo de la historia de la República turca se han destruido innumerables iglesias y colegios cristianos, o han sido convertidos en mezquitas, almacenes, establos… Turquía niega que perpetrase un genocidio contra los cristianos y es tipificado de delito  y penado con cárcel explicar el genocidio cometido por los yihadistas otomanos. La doctrina política del Islam, que fue en gran medida responsable del genocidio cristiano, sigue desempeñando un papel en el negacionismo turco.

 

Walter Flick, investigador de la Sociedad Internacional por los Derechos Humanos, con sede en Alemania, afirma que la minoría cristiana en Turquía no disfruta de los mismos derechos que la mayoría musulmana: Turquía tiene unos 80 millones de habitantes y sólo hay solamente unos 120.000 cristianos que son considerados ciudadanos de segunda clase. El ciudadano común es musulmán, y a los que no lo son se les considera sospechosos. [6] Tras la proclamación de la Yihad, el 14 de noviembre de 1914, el asesinato de los armenios estaba legitimado desde un punto de vista religioso musulmán. En muchos lugares, los clérigos musulmanes encabezaban las columnas de musulmanes y les bendecían por castigar a los infieles.  Había una consigna que se repetía en todas partes: “Alá: convierte a sus hijos (de los cristianos) en huérfanos, a sus mujeres en viudas, (...) y concede sus posesiones a los musulmanes”. Además de esta oración, la legitimación del expolio, el asesinato y el secuestro adoptaba la siguiente forma: “Es lícito que los musulmanes dispongan de las posesiones, la vida y las mujeres de los infieles”.

Amin Al-Husseini,  que será más tarde Gran Mufti de Jerusalem y aliado del Führer alemán, A. Hitler, jura lealtad al Imperio Otomano durante el genocidio armenio. Es un oficial estacionado en Esmirna y participa personal y activamente en el genocidio armenio. Un millón y medio de cristianos son masacrados bajo la espada de la Yihad Islámica por el ejército otomano. Amin Al-Husseini es nombrado Jefe del Consejo Supremo Musulmán Mundial (1922-1937). Él está muy decepcionado por el final del Imperio Otomano bajo Ataturk. Husseini se fanatiza con la idea de que debe restaurar el Imperio Islámico perdido. Él promete luchar contra todos los seculares musulmanes. Osama Bin Laden -en su declaración posterior al 11 de septiembre de 2001- hará referencia directa al final del Imperio Otomano y así proclama su lealtad a su noción de dominio islámico y muestra lealtad al Imperio otomano y la toma del poder por el mundo islámico. [7] Amin Al-Husseini se convierte en un miembro central e inspiración ideológica para la Hermandad Musulmana, organización “madre” de la actual  Yihad Islámica Egipcia y Hamás, y justificará los medios violentos y terroristas “para librar al mundo musulmán de su elemento no islámico”. Visualiza un imperio panislámico, donde la estricta ley islámica –la Sharía- gobierna sobre todos.

En 1934 hubo un pogromo contra los judíos en el este de Tracia. Del 21 de junio al 4 de julio de 1934, masas de musulmanes, provocadas por las escrituras antisemitas de autores como Cevat Rifat Atilhan y Nihal Atsiz, atacaron a judíos en Edirne, Tekirdag, Canakkale, Gelibolu, Kirklareli, Luleburgaz y Babaeski. Como resultado, miles de judíos en Tracia abandonaron sus posesiones y huyeron por sus vidas a Estambul o fuera del país. Se saquearon casas y tiendas judías y, según los informes, mujeres judías fueron violadas. [8] Amin Al-Husseini en Berlín se encontrará con Adolf Hitler e insiste en la decisión de exterminar a todos los judíos a través de la infame Solución Final. Según los informes, Hitler se contentó con deportar a los judíos de Europa a Palestina. Husseini percibió esto como una amenaza a su fortaleza musulmana en Palestina y presionó con éxito para el exterminio de los judíos europeos, reproduciendo en escala industrial el genocidio yihadista otomano contra los cristianos armenios, en el que Husseini participó con entusiasmo. El 25 de abril de 1941 es nombrado en Bosnia “Protector del Islam”, cien mil (100.000) musulmanes bosnios se unen a las filas nazis, buscan la aprobación nazi para establecer el protectorado nazi autónomo para los musulmanes bosnios. Husseini asesinará a doscientos mil cristianos ortodoxos, 22.000 judíos de Bosnia, y más de 40.000 gitanos de Bosnia. Al Husseini crea la división Hanzar de soldados musulmanes nazis en Bosnia, a la que califica de ser  “la crema del Islam” que se convierte en la división más grande del Tercer Ejército del Reich (26.000 hombres) y participa activamente en el genocidio de las poblaciones serbia y judía  [9] y será uno de los cofundadores y Presidente de la Liga Árabe. Su sobrino nieto, el egipcio Yasser Arafat -cuyo verdadero nombre es Mohammed Abder Rauf Arafat Al-Kudwa Al-Husseini- querrá continuar su “legado” en Israel asesinando judíos.

Los musulmanes salafistas de Turquía –y de todo el mundo- no ven la Yihad, las conversiones forzosas u otras formas de persecución contra los no musulmanes como un crimen, todo lo contrario, sus textos religiosos –el Corán y los hadices- les exhortan abiertamente a “cortar cabezas y dedos y matar a los infieles allá donde puedan esconderse”, entre otras muchas enseñanzas abiertamente violentas. De ahí que lo que el resto del mundo describiría como genocidio, masacre, persecución o limpieza étnica sea considerado por los musulmanes salafistas y yihadistas como una manera justa de difundir el Islam y liberar la tierra de infieles.

Bajo estos parámetros de expansión yihadista a nivel mundial, Turquía apoya a numerosas organizaciones islamoterroristas en su Yihad contra el infiel (judío, cristiano, budista, etc.) como Hamás, o a los yihadistas iughures en China, a través del IHH y otras organizaciones “benéficas” musulmanas. [10]  

Turquía hace grandes negocios con el contrabando de refugiados y el tráfico sexual, el algodón de Siria y con el petróleo que le vende Estado Islámico a precio de saldo. [11] 

Turquía financia y pertrecha a Hamás. Según una investigación de la Inteligencia Saudita confirmada por la Shin Bet israelí, Hamás está operando con toda libertad en Turquía y desde una oficina en Estambul se planifican ataques terroristas y transfieren fondos a los yihadistas palestinos en la Margen Occidental. [12]  El Presidente Erdogan no sólo ha dado la luz verde a las actividades islamoterroristas de Hamás contra Israel desde territorio turco, también apoya, junto con el gobernante de Qatar, las actividades terroristas de la Hermandad Musulmana y el Estado Islámico contra el gobierno del presidente egipcio Abdulfatah Al Sisi. Actualmente, miembros de la vasta red terrorista de la Hermandad Musulmana, la cual conspiró en junio del 2013 con los servicios de inteligencia turcos para derrocar al gobierno egipcio en tres etapas, están en juicio en Egipto. La conspiración incluyó llevar a cabo ataques terroristas con autos a fin de amenazar la estabilidad del gobierno egipcio. [13] 

 

Pero el régimen islamista de Ankara no sólo actúa de manera relativamente encubierta apoyando, financiando y pertrechando a Hamás, Hermandad Musulmana, Estado Islámico y Movimiento Islámico del Turquestán Oriental (MITO) –el movimiento salafista iughur de Xinjiang, en China-, sino que  también de manera explicita amenaza con invadir Grecia. El partido gobernante de Turquía y buena parte de la oposición turca parecen tener el propósito, si no la obsesión, de invadir y conquistar las islas griegas aduciendo que en realidad son turcas.

“Advertimos a los que han cruzado la línea en el Egeo y Chipre... Su coraje aguanta sólo hasta que ven a nuestros soldados, nuestros barcos y nuestros aviones... Sea lo que sea Afrín para nosotros, nuestros derechos en el Egeo y Chipre son los mismos” dijo el presidente Recep Tayyip Erdogan. En un incidente que tuvo lugar menos de dos semanas después de que el Ministerio de Defensa griego anunciara que Turquía había violado el espacio aéreo griego 138 veces en un solo día [14], el 13 de febrero 2018 una patrullera de la guardia costera turca embistió contra una embarcación de la guardia costera griega junto a la costa de Imia, una de las numerosas islas griegas cuya soberanía reclama Turquía, a la que llama Kardak. [15] Diez días después, el viernes 23 de febrero, cuatro o cinco barcos de la Armada turca  hostigaron al buque italiano agrimensor de la petrolera Eni y amenazaron con hundirlo en la Zona Económica Exclusiva de Chipre, obligándole a realizar las maniobras necesarias para evitar una colisión, según la radio Skai que citó noticias chipriotas. [16]

Turquía ocupa el norte de la isla de Chipre, [17] y es así como trata a sus aliados de la OTAN. El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, apoyó al presidente chipriota, Nicos Anastasiades, y dijo que “estas acciones definitivamente no contribuyen a las perspectivas europeas de Turquía”, y agregó que el bloque político estaba observando la situación con “gran preocupación”.

Tan grande es la “preocupación” como la ausencia de respuesta hacia Turquía.

Erdogan considera a Europa como territorio dhimmi y refiriéndose a los tiempos del Imperio Otomano, ha declarado: “Se equivocan los que piensan que hemos borrado de nuestros corazones las tierras de las que nos retiramos entre lágrimas hace cien años. Siempre que tenemos ocasión decimos que Siria, Irak y otros lugares de la geografía de nuestros corazones no son diferentes de nuestra propia patria. Estamos luchando para que no ondee ninguna bandera extranjera en ningún lugar donde se recite el adhan (la llamada a la oración). Lo que hemos hecho hasta ahora palidece en comparación con los intentos y ataques aún mayores que estamos planeando para los próximos días, inshalá (si Alá quiere)”.

 

Los neo otomanistas turcos siguen abrazando religiosa y militarmente el concepto de Yihad (la Guerra Santa del Islam) contra los kuffar (infieles). El jefe del Directorio de Asuntos Religiosos (Diyanet), financiado por el Estado, ha calificado abiertamente la reciente invasión turca de Afrín como “Yihad”. [18] El ascenso político de Erdogan comenzó con su elección como alcalde de Estambul de la mano del salafista Necmettin Erbakan, recitó en diciembre de 1997 en Siirt, recitó un poema de una obra escrita por Ziya Gökalp, de connotaciones yihadistas: “las mezquitas son nuestros cuarteles, los minaretes nuestras bayonetas, las cúpulas nuestras cascos y los creyentes nuestros soldados”- que le valió cuatro meses de cárcel y la pérdida de sus derechos políticos. [19]

Los lazos de Erdogan llegan a abrazar, sin el menor rubor, al grupo neonazi húngaro Jobbik. Gábor Vona, Presidente del partido neonazi y antisemita hungaro Jobbik (Movimiento por una Hungría mejor) después de volver de Turquía donde visitó varias universidades en noviembre de 2013 declaró: “El Islam es la última esperanza para la humanidad en la oscuridad del globalismo y el liberalismo”. [20]

 

El gobierno de Erdogan está llevando a cabo una progresiva e imparable islamización del sistema educativo turco. Turquía dejará de enseñar la evolución en las escuelas secundarias como parte del nuevo plan de estudios nacional. El Director del Consejo de estudios del Ministerio de Educación, Alpaslan Durmus, declaró que se eliminaría el darwinismo de las clases de biología a partir de 2019. “Hemos excluido las materias controvertidas para los estudiantes de una edad que aún no puede entender los antecedentes científicos del tema”, dijo Durmus en un seminario en Ankara, según Hurriyet Daily News. No se enseñará en el currículo escolar la Evolución” pero si la “Yihad” en los libros de texto. "Todas las escuelas tendrán mezquitas (mezquitas)"

El Ministerio de Educación Nacional también ha declarado que las escuelas y los centros educativos puedan abrir en Turquía, deberán tener un baño donde las musulmanes puedan realizar la ablución antes de recitar sus oraciones cinco veces al día, así como dos masjids [mezquitas] - una para hombres y otra para mujeres. [21]

 

Turquía extiende sus brazos en Europa Occidental

 

Turquía es un Estado islámico y no se tolera otra religión que no sea el Islam. El gobierno está robusteciendo el Islam y potenciando el odio al no-musulmán. El gobierno turco está trabajando en el fortalecimiento del Islam en Occidente, levantando mezquitas turcas en países occidentales, mientras que en cambio imposibilita que se construyan iglesias en Turquía, con el confeso y explicito interés que los musulmanes sean ciertamente el futuro del continente, los musulmanes turcos y de otras procedencias. Turquía controla las puertas que permiten la entrada de migrantes musulmanes que ansían llegar a Europa, y chantajea económica y políticamente a la Unión Europea con abrirlas aún más. [22] La Dirección de Asuntos Religiosos de Turquía (Diyanet), financiada por el gobierno de Erdogan, publicó en julio 2017 un informe detallado de 140 páginas que afirmaba que “el Islam es superior al judaísmo y al cristianismo”, y que “el diálogo interreligioso es inaceptable”. El informe concluye con: “El Islam es la última religión divina enviada a toda la humanidad. Todas las religiones anteriores perdieron su validez cuando el Profeta Muhammad, la última perla de la secuencia de los profetas, fue enviado como profeta y el Corán fue enviado como el último libro divino. Por lo tanto, de acuerdo con el Islam, es inaceptable evaluar el Islam al mismo nivel que el judaísmo y el cristianismo y participar en un “diálogo interreligioso” al decir que las religiones anteriores continúan siendo “verdaderas religiones. Llevar al Islam, la última y única religión verdadera, junto a otras religiones no cumple con la singularidad y superioridad del Islam a los ojos de Alá”.

La pretendida diferencia de los apologistas del Islam en Occidente que hacen entre “Islam moderado” e “Islam radical” es rechazada por el Presidente de Turquía al considerarlos epítetos feos, irrespetuoso e insultantes del Islam, y que la patente de este concepto (Islam moderado/ Islam radical) es de origen occidental para debilitar al Islam. “El Islam es el Islam y eso es todo” ha declarado Erdogan repetidas veces. [23]

El gobierno turco potencia el odio contra judíos, cristianos, yazidíes y kurdos entre la población, que presenta una larga tradición de medio milenio de repudio y rechazo a lo  no-musulmán. [24]Aunque hoy en día los cristianos son una pequeña minoría en Turquía, -fueron asesinados por la Yihad otomana más de tres millones de cristianos armenio, asirios y griegos pónticos en las primeras décadas del siglo XX- el cristianismo tiene una larga historia en Asia Menor, cuna de numerosos santos y apóstoles cristianos, como Pablo de Tarso, Timoteo, Nicolás de Myra o Policarpo de Esmirna. Los siete primeros Concilios ecuménicos se celebraron en la actual Turquía. Y en Turquía se hallan dos de los cinco centros (Patriarcados) de la antigua Pentarquía: Constantinopla (Estambul) y Antioquía (Antakya). Antioquía fue el lugar en el que los seguidores de Jesús fueron llamados "cristianos" por primera vez. Turquía es asimismo sede de las Siete Iglesias de Asia, de las Revelaciones (Apocalipsis) de Juan. En los siglos siguientes se establecieron innumerables iglesias por toda la región. Una de ellas, Hagia Sophia, llegó a ser la mayor catedral del mundo cristiano; hasta la caída de Constantinopla ante los otomanos, el 29 de mayo de 1453, que estuvo seguida de tres días de saqueo desenfrenado. 

Hoy en día Turquía tiene menos cristianos en términos porcentuales que cualquiera de sus vecinos; menos que Siria, Irak e Irán. La causa principal fueron los genocidios y matanzas perpetrados contra asirios, armenios y griegos entre 1915 y 1923. Al menos tres millones de cristianos autóctonos de Asia Menor perdieron la vida en matanzas o víctimas de las deportaciones, los trabajos forzados o las marchas de la muerte. Muchos de ellos murieron en campos de concentración por enfermedades o de hambre.

Buena parte de los griegos que sobrevivieron fueron expulsados de sus hogares en Asia Menor en 1923, en el marco de un intercambio forzoso de población entre Turquía y Grecia. A la destrucción física le siguió la cultural. A lo largo de la historia de la República turca se han destruido innumerables iglesias y colegios cristianos, o han sido convertidos en mezquitas, almacenes, establos… [25] 

El Diyanet [Dirección de Asuntos Religiosos de Turquía] ha admitido que, a través de los imanes, recopila información de inteligencia en 38 países sobre las actividades de individuos sospechosos de seguir al predicador radicado en EE.UU Fethullah Gülen, al que el Gobierno turco acusa de ser el cerebro del intento de golpe de Estado del 15 de julio [del año pasado]. Diyanet dice que sus imanes recopilan información y elaboran informes desde Abjasia, Alemania, Albania, Australia, Austria, Azerbaiyán, Bielorrusia, Bélgica, Bosnia-Herzegovina, Bulgaria, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Georgia, Países Bajos, Reino Unido, Suecia, Suiza, Italia, Japón, Mongolia, Mauritania, Nigeria, Noruega, Polonia, Rumanía, Arabia Saudí, Tayikistan, Tanzania, Turkmenistán y Ucrania.

Erdogan ve a los turcos residentes en Occidente como puntas de lanza del Islam. “Sí, integraos en la sociedad alemana pero no os asimiléis. Nadie tiene derecho a privaros de vuestra cultura y de vuestra identidad”, dijo a los turcos de Alemania tan pronto como en 2011. Este año dijo a los turcos que viven en Occidente: “Idos a vivir a vecindarios mejores. Conducid los mejores coches. Vivid en las mejores casas. Tened no tres sino cinco hijos. Porque sois el futuro de Europa. Esa será la mejor respuesta a las injusticias que sufrís.” [26]  

 

Erdogan ha exhortado múltiples veces a los musulmanes de toda Europa a tener familias numerosas para “combatir las injusticias de Occidente”. No sólo eso. También ha dicho:

“Idos a vivir a los mejores vecindarios. Conducid los mejores coches. Vivid en las mejores casas. No tengáis tres hijos, tened cinco. Porque sois el futuro de Europa. Esa será la mejor respuesta a las injusticias que se cometen contra vosotros.” Los islamistas como Erdogan no sueñan con conquistar territorio infiel con aviones de combate, tanques y bombas. En esta “guerra religiosa”, su principal armamento es el cambio demográfico a favor de los musulmanes [27]. Erdogan aplica el poema textualmente que recitó en un mitin allá en 1999:

Las mezquitas son nuestros cuarteles, nuestros domos son nuestros cascos, los minaretes son nuestras bayonetas y los creyentes nuestros soldados.

Erdogan es consciente que entre ocho y diez millones de migrantes musulmanes están aún de camino hacia la Unión Europea, lo que también permitiría a los salafistas y yihadistas cruzar las fronteras europeas sin ser detectados con el fin de cometer atentados cuando y donde quieran. [28] Cuando Erdogan fue alcalde de Estambul, entre 1994 y 1998, declaró que “la democracia es como un tranvía; cuando llegas a tu parada, te bajas”. Lo que es menos conocido es que, en 1998, afirmó: “Nuestra guía de referencia es el Islam. Nuestro único objetivo es un estado islámico. Nunca lograrán intimidarnos. Aunque los cielos y la tierra se abran, aunque la tormenta se abata sobre nosotros, o la lava de los volcanes nos cubra, nunca cambiaremos nuestro camino. Mi guía es el Islam. Si no puedo vivir conforme al Islam, ¿para qué vivir? Los turcos, los kurdos, los árabes, los caucásicos no pueden distinguirse, porque estos pueblos están unidos bajo el techo del Islam.”

Y lo que es menos conocido todavía es que, durante esa misma etapa, explicó repetida y detalladamente por qué su ideología es intrínsecamente dictatorial. En un vídeo, Erdogan afirmaba: “No se puede ser laico y musulmán a la vez. O eres musulmán o eres laico. Cuando las dos cosas se juntan, crean un magnetismo opuesto [se repelen mutuamente]. No es posible que existan juntos. Por tanto, no es posible que una persona que diga 'soy musulmán' añada 'y también soy laico'. ¿Por qué? Porque Alá, creador de los musulmanes, tiene el poder y el gobierno absolutos (…) ¿Cuándo pertenece la soberanía al pueblo? Sólo cuando acude a las urnas cada cinco años. Pero, tanto material como esencialmente, la soberanía pertenece siempre e incondicionalmente a Alá.” [29] 

La televisión islamista turca pide abiertamente el asesinato de los editores de periódicos seculares. El canal TV islamista turco Akit pidió el asesinato de los editores del periódico secular Cumhuriyet, diciendo que su asesinato sería permisible de acuerdo con el Islam. [30] Erdogan ensalza públicamente –en sus discursos y en televisión- el martirio, al Shahid –que combate contra el “infiel”, incluso el de niñas shahids- [31] 

 

El empeño de Turquía por “liberar” Jerusalem

 

Los turcos siguen creyendo que la toma de Estambul en 1453 no fue ocupación, sino conquista. En un discurso de 2012, el presidente Recep Tayyip Erdogan (por entonces Primer Ministro) dijo: “Al igual que La Meca, El Cairo y Estambul son ciudades del Corán”. 

El clérigo musulmán más destacado de Turquía, el profesor Mehmet Gormez, afirmó en 2012: “Conquistar no es ocupar tierras o destruir ciudades y castillos; conquistar es la conquista de los corazones”. Por eso, afirma el clérigo turco, “en nuestra historia nunca ha habido ocupación”. En su historia, en cambio, “siempre ha habido conquista”, según Gormez. Añadió que uno de los pilares de la conquista es “abrir las mentes al Islam y los corazones al Corán”. 

Los islamoterroristas de todos los países creen que lo que hacen sus atentados yihadistas no es más que “abrir las mentes al Islam y los corazones al Corán”.

Tanto el presidente Erdogan como el Primer Ministro Ahmet Davutoglu han declarado innumerables veces que Gaza y Jerusalem (además de Siria, Irak, Egipto, Somalia y el Magreb) son “asuntos domésticos” turcos. El Viceprimer Ministro Yalcin ha culpado a Israel de los fracasos democráticos en el mundo árabe: “Israel colabora con regímenes antidemocráticos y mantiene su barco a flote”. Según Akdogan Israel tiene la culpa de que las naciones árabes jamás hayan logrado establecer una cultura democrática… antes o después de 1948, ni antes o después de las revueltas de la Primavera Árabe. “Pero, por suerte, los palestinos tienen un nuevo protector, Turquía”. [32]

 

Turquía ¿aliado? de la OTAN

 

El comentarista político turco Hüseyin Günes dijo en el Canal 9 de Turquía el 27 de enero 2018 que la operación militar por parte de Turquía en Siria constituía una forma de guerra contra Estados Unidos y no solo contra varios miles de terroristas. Sus palabras fueron:“Cuando los soldados turcos van a la guerra, es como si fueran a su boda o ceremonia de graduación. Van con amor, esperando morir como mártires. No consideramos que esto sea solamente una guerra contra varios miles de terroristas. Esta es una guerra contra Estados Unidos. Si los derrotamos (a los Estados Unidos) en la región, significará el comienzo del fin para Estados Unidos, al igual que Rusia en Afganistán”. [33]

 

Turquía debería ser expulsada de la OTAN para el bien de Occidente y la minoría de musulmanes que quieren integrarse en Occidente y adoptar sus valores

 

Como explica Pete Cohon [34]  la Turquía islamista ha recuperado su tendencia por volver a la grandeza califal imperial otomana-islámica como gobernante de Asia occidental, una posición que perdió en la Primera Guerra Mundial. Ha reintroducido el Islam en la vida política y el dominio público, extiende sus brazos generosamente a organizaciones islamoterroristas. Gracias a la ubicación geoestratégica de Turquía debido a su capacidad de cerrar el Estrecho del Bósforo y embotellar buques de guerra soviéticos en el Mar Negro en tiempos de guerra, Turquía se ajustaba cómodamente a la OTAN. A pesar de tener relaciones diplomáticas con Israel -por ahora aún las tiene-, financia, pertrecha y colabora con organizaciones terroristas que quieren destruir el estado judío. Recep Tayyip Erdogan está empujando hacia el abismo del salafismo-yihadismo a Turquía, cubriéndola con el manto del islamismo, ha cambiado la constitución turca para permitirse ser Presidente, un puesto anteriormente simbólico, con todos los poderes dictatoriales de un Sultán otomano y Califa. Y se está construyendo un gran palacio de mil habitaciones y 600 millones de dólares apto para un sultán y califa. Ahora que tiene los poderes que buscaba, los que no están de acuerdo con él son encarcelados, o simplemente desaparecen.

Erdogan ha fortalecido el Islam en su país y también ha islamizado la política exterior de Turquía. Ha permitido que los reclutas y camiones llenos de armas del Estado Islámico crucen la frontera con Siria para ayudar a sus compañeros musulmanes sunitas a luchar contra el régimen alauí de Siria (un descendiente chiíta) en la guerra de 1.400 años entre sunitas y chiítas. 

Turquía no permite que los Estados Unidos usen la base Incirlik, donde Estados Unidos tiene miles de aviadores y armas nucleares, como cuando el presidente estadounidense George W. Bush invadió Irak para expulsar a un dictador árabe sunita, como en lo que se ha convertido Erdogan.

 

Turquía no es un socio confiable, amenaza a los Estados Unidos, compra armamento de Rusia incompatible con el de la OTAN lo que impide que Ankara se convierta en parte de un sistema unificado de defensa antimisiles de la Alianza; aborda con buques de guerra naves de Grecia y de Italia, socios de la OTAN; amenaza invadir el país heleno; anhela derrotar a los Estados Unidos y combate de manera encubierta al país norteamericano, y amenaza en ocupar y destruir el único país democrático de Oriente Medio, Israel.

 

Turquía está socavando activamente la civilización europea al inundar el continente con migrantes económicos musulmanes –y con salafistas y yihadistas- que Erdogan nos dice que son “refugiados” en un intento francamente descarado de islamizar Europa y chantajea con abrir aún más las puertas de musulmanes hacia el Viejo Continente. 

 

¿Se puede confiar con Turquía a nivel confidencial y de Inteligencia de la OTAN cuando es un patrocinador de grupos terroristas salafistas – yihadistas y tiene una estrecha relación de trabajo con las agencias de inteligencia iraníes?

 

El balance para que Turquía permanezca en la OTAN es claramente negativo. Turquía debería ser expulsada

 

Los Estados Unidos podrían encontrar ubicación en el Mediterráneo oriental en Israel.  Los valores occidentales unen Israel y Occidente. Los estadounidenses son populares en Israel, todo lo contrario de la enorme animadversión que turcos y musulmanes muestran hacia los EEUU y los valores judeocristianos de Occidente.

 

NOTAS

 

[1] https://es.gatestoneinstitute.org/8814/racismo-xenofobia-turquia

 

[2] http://www.lavanguardia.com/vida/20141118/54419981788/erdogan-insiste-en-que-los-musulmanes-llegaron-a-america-antes-que-colon.html

https://www.20minutos.es/noticia/2297545/0/presidente-turco-erdogan/dice-musulmanes/america-antes-colon/

http://www.abc.es/internacional/20141123/abci-musulmanes-descubrieron-america-201411211701.html

http://www.abc.es/internacional/20141115/abci-erdogan-colon-america-201411151702.html

 

[3] https://es.gatestoneinstitute.org/11864/turquia-islam-ignorancia

 

[4]  https://es.gatestoneinstitute.org/8814/racismo-xenofobia-turquia

 

[5]  https://es.gatestoneinstitute.org/8814/racismo-xenofobia-turquia

 

[6]  http://www.dw.com/en/christians-in-turkey-are-second-class-citizens/a-17619847

 

[7]  file:///C:/Users/Eduard.DESKTOP-O2GQSVO/Desktop/Downloads/2846b_lewis_profile%20(1).html