El terrorista suicida blanco: por qué se convierten los occidentales al Islam - y en verdugos

por Phyllis Chesler, 26 de diciembre de 2005

El 9 de noviembre del 2005, Muriel Degauque, una mujer caucásica belga de nacimiento, se inmolaba en un intento fallido de atacar a las tropas americanas en Irak. Algunos dicen que puede ser la primera mujer europea en morir en una misión jihádica suicida. Degauque era también “mora blanca”, una conversa al Islam, y una viuda. Su marido, Isam Gorris, era marroquí, y murió en un ataque terrorista distinto contra americanos en Irak. Degauque era una conversa con venganza. Vestía un chador de la cabeza a los pies, rehusaba comer con su padre y rehusaba permitir que sus padres vieran la televisión o bebieran cerveza en su presencia. ¿Cómo podemos comprender esto?
 
Un número creciente de occidentales, hombres y mujeres, se convierten al Islam. Según un informe citado en un artículo de Ian Johnson en el Wall Street Journal, entre el 11 de septiembre del 2001 y el 2002, 71.000 alemanes se han convertido al Islam. Si esta cifra es correcta, podemos estar ante lo que hace la gente cuando tiene miedo o cuando quieren estar en el “bando ganador”.
 
Según Osama bin Laden, la gente de todas partes se identifica con “el fuerte” o “ganador”. Según el psiquiatra de prisiones Theodore Dalrymple, que ha trabajado con presos musulmanes en Gran Bretaña, “una gran parte de la atracción del Islam para los varones esencial y crecientemente secularizados” es la oportunidad que ofrece en Islam de “abuso abominable de las mujeres'. Así, según el Dr. Dalrymple, los varones occidentales que se sienten inseguros o humillados por la creciente igualdad en la mujer son atraídos hacia el Islam del mismo modo en que los varones occidentales se sienten atraídos por las esposas asiáticas por correspondencia. Por supuesto, algunos hombres también se convierten en busca de Dios y de una comunidad vigorosa espiritualmente. En un artículo acerca de porqué el Islam atrae a tantos criminales occidentales [hay muchas “conversiones de prisión” teniendo lugar] la Dra. Monika Wohlraub-Sahr sugiere que 'las vidas de tales personas se han salido del control', y ahora están “en busca de estructura”.
 
Otro motivo para la conversión al Islam implica la noción de racismo blanco en Occidente. De hecho, una célula terrorista de Portland, Oregón, incluía a varios conversos afroamericanos. Una mujer, October Dominique Lewis, también era conocida como “Jadija”. October tomó irónicamente su nuevo nombre islámico de la primera esposa del profeta Mahoma, que fue la primera conversa a la nueva religión del profeta Mahoma. Algunos afroamericanos y europeos afrocaribeños se han convertido al Islam con la errónea creencia de que el islam carece de prejuicios raciales (no es así, vea lo que está sucediendo en Sudán) y/o carece de historial de esclavitud. De hecho, tanto los musulmanes árabes étnicos como los musulmanes africanos practican hoy el esclavismo.
 
Hasta la fecha, sólo un puñado de conversos occidentales se han convertido en guerreros jihadistas. Por ejemplo, el británico Richard Reid, el infame “terrorista del zapato”, (cuyo padre también es un converso al Islam); Christian Ganczarski, alemán y polaco, que está preso en Francia por su implicación en al-Qaeda; el americano John Walker Lindh, que luchó en Afganistán y que fue capturado y condenado a prisión; el americano José Padilla, que ahora es juzgado por planear un atentado terrorista.
 
Las mujeres occidentales se convierten generalmente cuando se casan con musulmanes - son presionadas para hacerlo. A menudo tales mujeres son bastante inocentes y románticas hacia el otro “exótico”. Algunas pueden estar traumatizadas por familias abusivas o emocionalmente distantes, y buscan “vidas nuevas” en entornos desconocidos. No obstante, pronto se encuentran en circunstancias misteriosamente similares y más arriesgadas. Al igual quizá que algunos de sus homólogos varones, las mujeres occidentales convertidas al Islam tienen medidas fuera de control que intentan rescatar o redimir. Muriel Degauque había luchado con alcohol y las drogas cuando era adolescente.
 
En 2004, el Papa Juan Pablo advirtió a las mujeres católicas de “pensarlo bien antes de casarse con un musulmán” y animó a los musulmanes a “mostrar más respecto por los derechos humanos, la igualdad de géneros y la democracia”. Quizá el Papa temiese que los católicos se convirtieran cada vez más al Islam - pero también pudo haber entendido que una esposa occidental que se resista a la conversión puede perder la custodia de sus hijos, ser condenada al ostracismo, separarse o incluso ser asesinada, no sólo en Europa sino también en América. Por ejemplo, en el 2002, en Jersey City, Estados Unidos, un esposo musulmán procedente de Guyana, Alí Hassán, asesinó a Marlyn, su esposa hindú embarazada, y a su suegra, Bernadette Sijatán, y cuñada, Sharon, cuando Marlyn rechazó convertirse al Islam.
 
Mientras que Muriel Degauque puede ser en realidad la “primera shahida' caucásica o europea, o la primera mujahidat (mártir santa), el hecho de que sea una mujer ya no es igual de único. Muchas mujeres (musulmanas e hindúes principalmente) han sido terroristas suicidas. Algunas, especialmente entre palestinos y chechenos, son conocidas particularmente como “viudas negras” porque presumiblemente están vengando a hermanos, padres, heridos que han sido asesinados o que han muerto en misiones terroristas. Sin embargo, Degauque NO era viuda. En realidad su marido murió DESPUÉS de que ella lo hiciera, el mismo día.
 
Aunque Degauque creció en Bélgica, experimentó el destino de las mujeres en el patriarcado, lo que incluye sensación de falta de valía y culpabilidad. En el caso de Degauque, un hermano murió cuando tanto ella como él eran adolescentes. Según un vecino de la niñez, Andrea Dorane, “Muriel me dijo que era ella la que debía haber muerto en lugar de su hermano. Todo el mundo le quería”. Así, el hijo menos querido puede albergar cierta “culpabilidad del superviviente” Debe recordarse también que al-Jansaa, otra conocida conversa al Islam, es venerada por sus versos de elogio a sus hermanos muertos, Sakhr y Muawiya. Al Qaeda bautizó su primera revista para mujeres también en honor a al-Jansaa. ¿Podría haber sido el martirio de Muriel su intento de “elogio” a su hermano?
 
Al igual que otras muchas terroristas suicida, Degauque también podría haber tenido depresión profunda.
 
Finalmente, los conversos ponen a menudo más celo que los nacidos en la religión. Necesitan ponerse a prueba a sí mismos para ser aceptados. Por lo tanto, además de los problemas de la segunda y tercera generación de musulmanes en Europa, predecimos que un creciente número de conversos occidentales al islam, tanto varones como mujeres, también elegirá convertirse en terroristas. Mientras que los cerebros criminales en serie de al-Qaeda y los palestinos no dudan en seducir o forzar a hombres y mujeres entusiastas o deprimidos a volar infieles por los aires, es importante comprender que los conversos occidentales también son verdugos en plenitud de facultades.

 
 
 
La Dra. Phyllis Chesler es psiquiatra autora de 13 libros, que incluyen el recién publicado La muerte del feminismo y Qué va a continuación en la lucha por la libertad de la mujer, que se centra en el apartheid islámico de sexos y en la psicología de las mujeres árabes, musulmanas y de Oriente Medio, entre otros temas. Cautiva una vez en Kabul, Afganistán, escribe acerca de ello en su libro. También es la autora de Las mujeres y la locura, que ha sido actualizado y ha sido reeditado al mismo tiempo.
 
La Dra. Nancy Kobrin es profesora interina de psicoanálisis de la Universidad de Haifa, y autora del libro de próxima publicación El nuevo traje del jeque: el terror suicida islámico y de qué trata en realidad.