Piñera llega primero en diciembre, ¿pero ganará en enero?

por Pedro Fernández Barbadillo, 13 de enero de 2010

 

En la primera vuelta de las elecciones presidenciales chilenas, el candidato de centro-derecha, Sebastián Piñera, obtuvo el 44% de los votos, casi 15 puntos más que el segundo clasificado, el ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, con el que se enfrentará en la segunda vuelta este domingo 17 de enero. Muchos ven a Piñera como virtual presidente ya, pero éste puede haber ganado la primera vuelta y perder la segunda.
 
Como ya hemos explicado en otros análisis publicados en el GEES (1), el centro-derecha tiene muchas posibilidades de obtener, por primera vez, la presidencia de la República desde los años 60. Los dos partidos de este sector, la Unión Demócrata Independiente (UDI) y RN (Renovación Nacional), han construido una amplia coalición y han presentado un único candidato, el empresario Sebastián Piñera, que hace cuatro años se enfrentó a la socialista Michelle Bachelet. Desde esa derrota, Piñera se ha preparado conscientemente para la victoria. Por el contrario, la Concertación, a la que pertenecen los cuatro presidentes que se han sucedido tras el general Pinochet, se ha presentado debilitada y con tres candidatos salidos de su seno: el oficial, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, democristiano que ya fue presidente entre 1994 y 2000; el disidente, Marco Enríquez-Ominami Gumucio, socialista; y el captador del voto comunista, Jorge Arrate, socialista. Y "Chile siempre ha castigado a las coaliciones que se dividen y acuden separadas a las elecciones"(2) , tanto en los últimos 20 años como en las elecciones celebradas a mediados del siglo XX.
 
 

Los resultados de la primera vuelta, celebrada el 13 de septiembre, fueron los siguientes[3]:
 
CANDIDATO
VOTOS
PORCENTAJE
Sebastián Piñera (Coalición por el Cambio)
3.056.526
44,05%
Eduardo Frei (Concertación por la Democracia)
2.053.514
29,60%
Marco Enríquez-Ominami (Nueva Mayoría)
1.396.655
20,13%
Jorge Arrate (Juntos Podemos)
430.824
6,21%
 
Fuente: Ministerio de Interior de Chile
 

En circunstancias normales, Piñera tendría prácticamente asegurada la elección en la segunda vuelta, ya que ha sacado casi 15 puntos de ventaja a su rival, y en las dos elecciones presidenciales anteriores en que hubo segunda vuelta ganó el candidato que quedó primero en la anterior. En la elección de 2000, el socialista Ricardo Lagos superó al candidato de la derecha, Joaquín Lavín, por menos de medio punto y unos 30.000 votos; pero en la segunda rebasó por más de 2,5 puntos a su competidor y 190.000 votos. En la de 2005, la socialista Michelle Bachelet aventajó en más de 20 puntos a Piñera, que se presentó enfrentado a Lavín, y en la segunda vuelta, ya en enero de 2006, ganó por siete puntos. Y hace unas semanas, el ex terrorista Jose Mujica ganó la presidencia de Uruguay después de que en la primera vuelta obtuviese el 47,5% de los votos y quedase 19 puntos por delante de quien fue su rival: el ex presidente Alberto Lacalle, que sacó 28,5%. Éste, pese al respaldo total del tercer candidato, Pedro Bordaberry, con el 16,6%, no pudo cubrir la distancia que le separaba del antiguo tupamaro y colaborador con ETA. [4] 

A favor de Piñera cuentan también que la mayoría de los chilenos encuestados le ve como futuro presidente y que, además, aún podría añadir a su bolsa dos puntos y medio que le faltan para alcanzar su marca electoral, que fue del 46,5% y de 3.236.394 papeletas en las elecciones de enero de 2005. Sin embargo, la capacidad de atracción por parte de Piñera de nuevos votantes de los candidatos excluidos es reducida, pues Enríquez-Ominami ha sido diputado de la Concertación y Arrate representa a los comunistas, con los que la Concertación, de la que Frei es abanderado, ha firmado un pacto electoral que ha permitido al PC chileno contar con diputados por primera vez desde 1973, en concreto con tres [5].

 
1. La izquierda, la más votada en el Congreso
 
Hay otros factores preocupantes para Piñera y su Coalición por el Cambio. En las elecciones al Congreso de Diputados, las listas de la Concertación y Juntos Podemos obtuvieron un 44,36% (2.901.503) de los votos, mientras que la Coalición por el Cambio quedó en un 43,44% (2.841.314). Las listas de la Nueva Mayoría para Chile obtuvieron un porcentaje inferior en casi tres cuartos al de su candidato a la presidencia: 4,56% (298.765 votos) [6].


 
LISTA
VOTOS
PORCENTAJE
ELECTOS
Concertación y Juntos Podemos
2.901.503
44,36%
57
Coalición por el Cambio
2.841.314
43,44%
58
Nueva Mayoría para Chile
298.765
4,56%
0
Chile Limpio Vote Feliz
353.325
5,40%
3
Independientes (Fuera de Pacto)
144.663
2,21%
2
Válidamente Emitidos
6.539.570
99,97%
120
 
Fuente: Ministerio de Interior de Chile
 
 
Eduardo Frei cuenta con sus votantes más los de Juntos Podemos. De manera llamativa, las listas a diputados sumaron medio millón más de votos que la unión de los recogidos por Frei y Arrate en la urna para la presidencia de la república. ¿Adónde fueron esos votantes? Seguramente, a Enríquez-Ominami. Una vez excluido éste de la segunda vuelta puede pensarse que regresarán a la casa común de la izquierda. Es decir, Frei puede disponer de 900.000 votos más y casi empatar con Piñera.
 
Sin embargo, hay un elemento que favorece a Piñera. Según las encuestas dos tercios de los votantes de Enríquez-Ominami, que se ha presentado como un líder joven y transversal, elegirán a Frei, pero un tercio optará por Piñera. Si así ocurriese, Piñera ganaría los seis puntos que le separan de la mitad más uno del electorado, que está compuesto por los siguientes ciudadanos:
 
Los análisis poselectorales indican que (?) es fundamentalmente joven y adulto, menor de 50 años, de ambos sexos -aunque hay más mujeres-, urbanos y de clase media emergente; sus opiniones reflejan un rechazo a los políticos, aunque un 88% declara respaldar a la presidenta, Michelle Bachelet, y la gran mayoría votó en las parlamentarias por la gobernante Concertación [7].
 
A este electorado un mensaje como el lanzado por Frei hasta ahora, "o yo-veterano-de-dinastía-familiar-de-toda-la-vida o el fascismo",no le afecta, porque se trata de gente que ya no compra esta mercancía.
 
Encuestas aparte, la realidad es la siguiente. Ha habido 400.000 votos válidos menos en las elecciones al Congreso que a las elecciones a la Presidencia, y las listas de Nueva Mayoría han registrado 300.000 votos, mientras que su candidato a presidente ha obtenido casi 1,4 millones. Hay 1,1 millón de chilenos que en la primera vuelta han preferido a Enríquez-Ominami por los motivos que sean (protesta contra los viejos que dominan la Concertación, novedad?), pero que no han escogido a sus candidatos para el Congreso. Es cierto que parte de ese 1,1 millón prefirió en la urna correspondiente a diputados las listas de la Concertación y los comunistas. La diferencia entre la suma de éstas, (2,9 millones) y la suma de las papeletas con los nombres de Frei y Arrate (2,5 millones) da 420.000 votos. Añadidos a los casi 300.000 de las listas de Nueva Mayoría, compuestas por candidatos de izquierda, como la Concertación, dan 720.000 votos que podrían volcarse a favor de Frei. Éste sumaría así 3,1 millones y se pondría por delante de Piñera. Quedan 800.00 votos libres, correspondientes a la candidatura de Enríquez-Ominami, que no se decantaron por las listas a diputados de éste ni de la izquierda. En ellos se encuentra el caladero de Piñera. Son votantes que han demostrado su gusto por el cambio, después de 20 años de gobierno de la Concertación y de caras demasiado conocidas, y no se encasillan en los criterios que han definido la política chilena de las últimas décadas (juicio a Pinochet, beneficios o perjuicios del régimen militar, reformas constitucionales, memoria histórica?). La prueba es la diferencia de votación entre ambas urnas.
 
Quedan 500.000 votos de las elecciones a diputados. 350.000 corresponden a la coalición Chile Limpio Vote Feliz, que se ha formado en torno al Partido Regionalista de los Independientes, presidido por el democristiano Adolfo Zaldívar, que respalda la candidatura de Piñera. Y los otros 150.000 que corresponden a diversos candidatos independientes.
 
El voto de carácter confesional podría darle un disgusto a Piñera. Frei pertenece a la Democracia Cristiana, partido que antes tenía un gran apoyo de la Iglesia católica y ahora éste es decreciente. Ambos candidatos cortejan a los católicos y a los evangélicos [8], aunque ambos tienen propuestas que disgustan a los cristianos. Tanto Frei como Piñera se han declarado a favor del matrimonio homosexual y de repartir la píldora del día después; sólo se diferencian en el asunto del aborto, con el democristiano partidario de legalizarlo en varios supuestos y el liberal en contra siempre [9]. La apelación de sectores católicos a favor de Piñera con el argumento conocido del mal menor es refutada por otros, que se decantan por el voto nulo, porque consideran que Piñera formaría un gobierno con los sectores más liberales y menos conservadores de su coalición y no frenaría ni revertiría la legislación anticristiana vigente [10]; estos últimos ponen precisamente el ejemplo de España. La avidez por hacerse con los votantes de Enríquez-Ominami puede llevar a los dos políticos a perder votantes hasta ahora seguros.
 
A las pocas horas de conocerse los resultados electorales, Enríquez-Ominami rehusó dar una recomendación de voto a sus partidarios: "No tengo ninguna posibilidad de llamar a endosar votos a otro candidato. Cada uno de ustedes sabrá muy bien qué hacer en esta segunda vuelta que enfrenta a dos líderes del pasado" [11]. Carlos Ominami, que ha sido derrotado en las elecciones para renovar su escaño de senador fuera de la lista de la Concertación y como candidato de Nueva Mayoría, abundó en lo dicho por su hijo adoptivo: "Yo por la derecha no voy a estar [pero] yo no tengo garantías de que Eduardo Frei, ni esto que queda de Concertación, pueda ser un avance importante para Chile" [12]. A Mario Enríquez-Ominami y la tendencia política que él encabeza [13] le interesa que la Concertación se resquebraje y que la derecha gobierne, porque entonces un centro-izquierda desprestigiado y sin caudillos acudirá a él. Quizás el candidato díscolo, como se ha definido, haya puesto en la mano de Piñera la llave del Palacio de La Moneda.
 
2. Un cadáver a seis días de las elecciones
 
Otro factor favorece a Piñera: la imparable desaparición de la fractura causada por los años de gobierno de la Junta militar, así como la muerte del general Pinochet, hace ya tres años. La Concertación ya no puede presentarse como garantía de democracia y libertad. La propia clase media acrecentada por la Concertación y nacida de las clases bajas chilenas puede hacerle perder a ésta la presidencia, al preferir un candidato que asegure su bienestar y les ofrezca un cambio [14] la UDI Patricio Melero explicó su victoria por doce puntos sobre el candidato socialista y vicepresidente del PS Arturo Martínez de la siguiente manera [15] :. Los viejos políticos de la Concertación se niegan a aceptar estas modificaciones demográficas y sociológicas. El diputado de
 
Martínez perdió por su discurso alejado de los trabajadores, porque les habló a los trabajadores de 1971 y no a los de 2010. Cuando él destaca haber tenido más votación en los hombres, se olvida de uno de los elementos más importantes del mundo laboral actual, que es la incorporación de la mujer. Eso demuestra que no está al día con las demandas de los trabajadores, con la incorporación de la mujer, y no tuvo ni una sola propuesta para los desempleados.
 
Seis días antes de las elecciones, a Eduardo Frei y a la Concertación les cayó un regalo del cielo en forma de auto judicial. El juez Alejandro Madrid calificó de homicidio la muerte del ex presidente Eduardo Frei Montalva y ordenó el procesamiento de seis personas como autores y cómplices[16]1973 a criticar el régimen y pedir el no a la Constitución, en una operación médica sencilla para eliminar a un oponente. . Según el juez, los médicos y la policía secreta de la dictadura envenenaron a Frei, que había pasado de apoyar el golpe del 11 de septiembre de
 
Inmediatamente, el candidato aprovechó la casualidad: los Frei peregrinaron a la tumba del patriarca acompañados de los líderes de la Concertación, de la madre de la presidente Bachelet y, por supuesto, de micrófonos y cámaras [17]. El ex presidente hizo declaraciones tan parciales como las siguientes: "Yo represento las fuerzas políticas que lucharon por volver a la democracia, que lucharon por los derechos humanos. (?) ¿Se han dado cuenta que los últimos dos comandantes en jefe del Ejército antes de Pinochet fueron asesinados por la derecha?". Paradojas de la política: cuando Frei fue presidente, reprochó a José María Aznar que no frenase el proceso iniciado por el juez Baltasar Garzón contra Pinochet [18].
 
El régimen de Pinochet ?copiando la práctica de los regímenes de Cuba, Corea del Norte y la URSS- asesinó a varas personalidades de la época de la Unidad Popular que se encontraban en el exilio, como el general Carlos Prats, jefe del Ejército y vicepresidente de Chile, muerto en Buenos Aires en 1974, y el ex ministro Orlando Letelier, muerto en Washington en 1976. Sin embargo, es llamativo que el auto de procesamiento se dictase menos de una semana antes de las elecciones. Haya sido o no una casualidad, a los votantes no les influyó la noticia de conocer el primer magnicidio de la historia de Chile [19] : Frei quedó con un mal porcentaje de voto.
 
3. Un censo envejecido y de izquierdas
 
Sin embargo, el comportamiento del censo electoral juega en contra de Piñera. De acuerdo con la legislación electoral chilena, la inscripción en el censo es voluntaria, pero luego el voto es obligatorio. Desde 1989, el censo apenas ha crecido.
 
El sistema vigente en Chile de inscripción electoral voluntaria y voto obligatorio explica que se mantenga la marginación voluntaria de más de dos millones de chilenos de entre 18 y 30 años. El universo electoral para estos comicios quedó establecido en 8.285.186 personas. Un 52,6% del electorado son mujeres, mientras que un 47,4% de los votantes son hombres. En relación al plebiscito del 5 de octubre de 1988 [que puso fin al régimen militar], sólo se han sumado 850.000 personas [20].
 
Y de este censo hay que descontar a los abstencionistas voluntarios, pese a las multas, los votantes en blanco y los nulos.
 
 
ELECCIÓN PRESIDENCIAL
VOTOS VÁLIDOS
1989
6.979.859
1993
6.968.950
1999. 1ª VUELTA
7.055.128
2000. 2ª VUELTA
7.178.727
2004. 1ª VUELTA
6.924.041
2005. 2ª VUELTA
6.959.413
2009. 1ª VUELTA
6.937.519
 
Fuente: Ministerio de Interior de Chile
 
 
Las votaciones válidas oscilan entre 6.924.041 votantes y 7.178.727, y desde 2000 la participación no ha parado de descender, pese al crecimiento de la población. En la primera vuelta de las presidenciales de 2005, Piñera y Joaquín Lavín, que se presentaban por sus partidos respectivos, captaron un 48,64% de los votos, casi tres puntos por encima de Bachelet. Ahora, con la segunda menor participación en unas elecciones presidenciales, Piñera aventaja a Frei en casi 15 puntos.
 
Si hay un fracaso que debe apuntarse en el debe de RN y de la UDI está en la movilización de los chilenos. La UDI siempre se ha enorgullecido de su capacidad para atraer votantes de todos los ámbitos. El senador Hernán Larraín explicaba así este carácter de la UDI con motivo del vigésimo aniversario de la fundación del partido [21] :
 
Los primeros parlamentarios que eligió la UDI en el año 1989 eran todos de comunas populares de Santiago, Valparaíso y Concepción. Así hemos ido creciendo ahora en el mundo campesino, y tenemos una representación que si usted la analiza cuantitativamente, está comprometida verticalmente.
 
El censo electoral chileno vota a la izquierda (a la Concertación han pertenecido los cuatro presidentes que ha tenido el país desde 1989 y las mayorías en el Parlamento) y sólo muy lentamente está desplazándose al centro. La derecha sólo dispone de dos maneras de alterar esta situación, que beneficia a la Concertación: captando votantes de centro-izquierda e introduciendo nuevos votantes en el censo. Parece que ha optado únicamente por la primera de las dos vías.
 
4. Cansancio de un modelo dinástico y partitocrático
 
Desde luego, es innegable un hartazgo de los chilenos con la Concertación y sus prácticas partitocráticas. Pese a la popularidad de la presidenta Bachelet (superior al 70% en las últimas encuestas [22]), el candidato de la Concertación ha tenido el peor resultado en 20 años. El mismo Frei ganó la presidencia de la República en 1993 en primera vuelta con el 57,9% de los votos. En quince años, y con menor participación, ha perdido 28 puntos.
 
Eduardo Frei ya fue presidente entre 1994 y 2000; antes, entre 1989 y 1994 había sido senador; después de concluir su mandato en la jefatura del Estado, regresó al Senado, donde fue presidente entre 2006 y 2008 [23]. Su padre fue presidente de la república entre 1964 y 1970 y su esposa, Marta Larraechea, se presentó en 2000 a alcaldesa de Santiago. Después de estas elecciones, tres hermanos de una familia democristiana, los Walter Prieto, ocupan sendos escaños en el Parlamento chileno. Otra familia del mismo partido tiene a otros tres miembros en el Parlamento: Ximena Rincón, su hermano Ricardo Rincón y su marido Juan Carlos Latorre. El mismo Marco Enríquez-Ominami debe su carrera a que su padre Carlos Ominami le introdujo en el Senado en la lista del Partido Socialista [24]. En la derecha destacan los Alessandri: dos presidentes de la República y un candidato derrotado en 1993, que fue parlamentario antes y después de la dictadura militar. Apellidos repetidos desde hace décadas, familias que heredan los cargos públicos? En Chile la política la monopolizan dinastías bajo un sistema republicano.
 
Por último, cabe destacar que la UDI se mantiene como el primer partido de Chile. En las elecciones a diputados de diciembre pasado ha obtenido 1.507.001 votos, un 23,04% del total, y 37 diputados. En las elecciones parlamentarias de 2001, la UDI había sacado un 25,87% en comparación con el 18,92% de los democristianos. En los 20 años de régimen democrático, la UDI ha pasado de menos del 10% de los votos en las elecciones a la Cámara de Diputados de 1989 a más que doblar su electorado superando a otros partidos más veteranos y poderosos. Dos militantes de la UDI presiden las cámaras del Parlamento. Como segundo partido en popularidad se ha colocado Renovación Nacional, con 1.165.679 (17,82%) y 18 escaños. La Democracia Cristiana ha pasado al tercer puesto, con 931.789 votos (14,24%), frente a los 1.370.501 (20,76%) que registró en 2001; en escaños ha bajado de 20 a 19. Los dos partidos principales de la Coalición por el Cambio son los dos mayores partidos del país. Una refutación de la creencia de que la derecha chilena nunca podrá ganar unas elecciones por su vinculación con el pinochetismo.
 
En el caso de que Piñera ganase la presidencia de la República de Chile, debería recurrir a pactos para gobernar con la Concertación, lo que, conviene destacar, ya han hecho otros presidentes con RN y la UDI para aprobar hasta reformas de la Constitución vigente. En el Senado, del que se renovaba la mitad (18) de sus escaños, tiene mayoría la Concertación, y en el Congreso los dos bloques están empatados (la Concertación y los tres comunistas suman 57, mientras que la Coalición por el Cambio llega a 58) y el fiel depende de los tres diputados del PRI. Si el presidente fuese Piñera son de esperar acuerdos con estos tres diputados e incluso con algún desertor de la Democracia Cristiana dentro de la Concertación.
 
Aparte de la identidad de la persona que ocupe la jefatura del Estado en Chile durante los próximos cuatro años, dos son las incógnitas más interesantes para el futuro político del país: ¿se desmoronará la Concertación?, ¿y se impondrá un sistema electoral proporcional que erradicará la estabilidad de que hasta ahora ha gozado, con lo que se regresaría a la situación de tres bloques políticos que se dio en la época de Salvador Allende?
 


 
 
Notas
[4] Mujica participó en una revuelta callejera para impedir en 1994 la extradición de tres etarras a España. También él y sus camaradas terroristas encubrieron a etarras refugiados en Uruguay. http://blogs.periodistadigital.com/bokabulario.php/2009/11/30/p256927#more256927 y http://www.lavanguardia.es/lv24h/20091202/53835662595.html
[13] Su programa y sus lemas están muy cercanos a Rodríguez Zapatero: conductas sexuales en el centro del debate público, cambio climático, mantenimiento del actual modelo económico y eliminación de los gerifaltes de la Concertación, que le desprecian.
[19] Eduardo Frei y su familia empezaron a poner en duda la versión oficial de la muerte de su padre sólo en 2004, a los 22 años de ocurrida. No se sabe que Frei hiciera algo por aclarar tales dudas durante los seis años en que ocupó la presidencia de la República y tenía bajo su mando a las Fuerzas Armadas, los Carabineros y la Fiscalía Nacional.
[23] Durante su mandato, el Senado chileno aprobó en octubre de 2006 una resolución con motivo de las negaciones entre el Gobierno socialista español y ETA en la que apoyaba el llamado proceso de paz y reclamaba que se respetase "plenamente la soberana voluntad democrática del pueblo vasco"http://www.minutodigital.com/noticias2/3249.htm