Salvar Europa

por Ignacio Cosidó, 12 de diciembre de 2011

Publicado en Diario Palentino, 11-12-2011

 

La Cumbre de la Unión Europea celebrada estos días pasados en Bruselas deja un sabor agridulce. Por un lado, Europa comienza al fin a tomar decisiones que le permitan superar una crisis que amenazaba la supervivencia de la moneda única y del propio proyecto de integración. Por otro, el Reino Unido se descuelga de ese proceso y se aleja de Europa. Para España la cumbre ha sido positiva. A pesar de que ha sido Zapatero y no Rajoy quien aún ha representado a nuestro país, lo cierto es que el nuevo Gobierno elegido en España inspira ya una renovada confianza por parte de sus socios europeos.


El mandato mayoritario obtenido por el Partido Popular en las urnas para hacer las reformas que España necesita y nos demandan desde Europa es el mejor aval que puede tener Mariano Rajoy para recuperar la confianza perdida. Este Consejo Europeo supone además un paso importante para solventar la crisis de deuda que atenaza entre otros a nuestro país.


La disciplina fiscal asumida por los líderes europeos abre la puerta a un papel más activo del Banco Central Europeo en la gestión de esa crisis de deuda. Veremos cual es la reacción de los mercados, pero es previsible una convergencia en los tipos de interés que cada país paga por su deuda.
Para España es crítico reducir el coste de su deuda porque los tipos actuales se convierte en un lastre insoportable para nuestra recuperación económica.
 

Pero lo más importante de esta Cumbre es que sienta las bases para una gobernanza económica de la Unión Europea que evite que este tipo de crisis pueda reproducirse en el futuro.Hemos acabado con la ficción de que era posible disfrutar de una moneda única sin una política fiscal común. Eso supone sin duda ceder parte de nuestra soberanía económica, pero la alternativa de salir del Euro supone para un país como España un coste inasumible.


Si queremos salvar la moneda única tenemos que asumir unas normas de juego comunes. No hay otra opción. El gran desafío para Europa y para España es como combinar la imprescindible disciplina fiscal con la necesaria recuperación económica. Para ello será preciso acometer reformas estructurales, empezando en nuestro país por una profunda reforma laboral, siguiendo por medidas que fomenten la competitividad de nuestra economía y una política decidida de apoyo a PYMES y autónomos que son el verdadero motor de la creación de empleo en España. El empleo debe ser nuestro principal objetivo