Maniobrando contra la defensa antimisiles

por Edwin J. Feulner, 14 de noviembre de 2007

(Publicado en Townhall.com, 31 de octubre de 2007)

Hay gente a la que simplemente no se puede complacer. 
 
En los años 90, el Congreso decidió que ya era hora de que Estados Unidos construyese un sistema de defensa antimisiles. Fue un paso sensato, aunque tardío. Después de todo, habíamos estado completamente indefensos contra cualquier clase de ataque de misiles desde que se inventó el misil.
 
Pero la idea no le gusto a todo mundo.
 
Por ejemplo, en el año 2000, la Unión de Científicos Preocupados (Union of Concerned Scientists, UCS) publicó un informe que cuestionaba la viabilidad técnica del sistema de defensa terrestre intermedia (Ground Based Midcourse Defense, GMD). El informe afirmaba que sería extremadamente difícil darle a un misil entrante, muy especialmente porque nuestros enemigos usarían, con toda probabilidad, contramedidas diseñadas para confundir a nuestros sistemas de defensa.
 
“Anteriores ensayos de la defensa antimisiles de Estados Unidos usando 'contramedidas' no demostraron que las defensas pudiesen derrotar tales contramedidas', insistían los científicos. Ya que 'un atacante podría desplegar tales contramedidas antes incluso que la primera fase del sistema estuviese operativo', agregaron, 'no tiene ningún sentido comenzar el despliegue'.
 
Para ser justos con estos científicos, efectivamente es difícil 'darle a una bala con una bala' que es justamente lo que hace un interceptor de misiles de medio vuelo. Pero con lo que no contaron fue con la inventiva americana.
 
El mes pasado, a unos 120 kilómetros sobre el Océano Pacífico, un 'interceptor' de nuestro esquelético sistema antimisiles hizo lo que estos científicos dijeron que no era posible en la práctica. Destruyó la cabeza nuclear falsa de un misil de largo alcance. Eso es especialmente alentador porque se está usando tecnología similar en otros 3 sistemas antimisiles. No ha sido la primera vez que se demuestra que los expertos de la UCS están equivocados. Durante los últimos siete años, estos cuatro programas han pasado sus pruebas - 'han hecho lo imposible' - alrededor de un 80% de las veces. 
 
Las calamitosas predicciones de la Unión de Científicos Preocupados han sido, cómo decirlo..., derribadas por los suelos en varias ocasiones. El sistema funcionó. No de forma perfecta (razón por la que debemos seguir haciendo pruebas y perfeccionando la tecnología), pero todo ha salido mucho mejor de lo esperado.
 
Sin embargo, eso no ha detenido a los detractores. Ellos simplemente han cambiado de marcha. En vez de insistir que la defensa antimisiles no puede funcionar, ahora declaran que funciona demasiado bien. Mire, nuestra pantalla de defensa antimisiles no es estática. Está creciendo, sin prisa pero sin pausa. Tenemos bases en Alaska y California, y la Agencia de Defensa Antimisiles de Estados Unidos (Missile Defense Agency, MDA) tiene como objetivo colocar otras bases en Europa del Este, para proteger tanto a nuestros aliados como a nosotros mismos contra posibles ataques de misiles.
 
La Agencia dice que este sistema propuesto no mantendría fuera los misiles rusos, pero algunos científicos no están de acuerdo. Una noticia del mes pasado firmada por la Associated Press mencionaba a 6 científicos que 'son escépticos respecto a si el sistema de defensa antimisiles de Estados Unidos pueda funcionar'. Y sin embargo, de una manera peculiar, 'ellos creen que, en términos de velocidad pura, los interceptores americanos en Polonia podrían alcanzar a un misil intercontinental ruso lanzado desde Rusia occidental a cualquier parte del Estados Unidos continental'.
 
La pregunta que los americanos se deben hacer es: “¿Por qué es esto algo malo?” Estos científicos están menoscabando sus propios argumentos previos. Ahora insisten que esta tecnología puede protegernos, hasta contra amenazas para las que no está diseñada. Eso convertiría a la defensa antimisiles en uno de los pocos programas federales que produce más de lo que prometió.
 
Muchos de nosotros hemos insistido durante décadas que Estados Unidos necesita una defensa antimisiles. Unas cuantas personas y organizaciones, incluyendo a la UCS, han insistido por mucho tiempo que eso no es verdad.
 
Pero hasta ellos dicen que las evidencias muestran que el sistema está mejorando cada año. Es mejor de lo que alguna vez pensaron que podría ser.
 
Al parecer no se quedarán satisfechos a menos que Estados Unidos esté indefenso ante misiles entrantes. Pero el resto de nosotros no debería descansar hasta que se instale un contundente sistema de defensa antimisiles. Está quedando muy bien. Basta con preguntar a sus más acérrimos críticos.


 

 
 
Edwin Feulner es el Presidente de la Fundación Heritage.
 
 
©2007 Traducido por Miryam Lindberg