La guerra de Obama y Zapatero

por Rafael L. Bardají, 31 de diciembre de 2009

 

(Publicado en Expansión, 31 de diciembre de 2009)
 
España, por decisión personal de nuestro presidente de gobierno, sin consultar con su ministra de defensa, va a enviar más de quinientos nuevos soldados al avispero de Afganistán. La única razón conocida, que así lo quiere Barak Obama.
 
El presidente norteamericano se ha decidido por aumentar sus tropas durante un año para ver si así logra enderezar una situación que ha ido de mal en peor en los últimos meses. Pero mientras que los Estados Unidos incrementarán en un 30 por ciento su presencia militar en aquel país, España lo va a hacer casi en un setenta por ciento. ¿Es lógica la política del gobierno? Desde mi personal punto de vista no. Más bien es insostenible si toda la justificación de este esfuerzo gira sobre cómo contentar a Obama y no responde a unos criterios estratégicos sobre qué hacen allí nuestras tropas, qué objetivos persiguen, qué tareas deben realizar y qué medios son los necesarios. Pero estos son aspectos que el gobierno se ha negado sistemáticamente a explicar porque Afganistán le quemaba las manos.
 
Su maniqueísmo de que Irak fue mal porque era la guerra mala, mientras que Afganistán iba bien porque se trataba de una intervención con todas las de la ley, además de falso, era indefendible a tenor de la evolución de la guerra allí. La ministra Chacón dijo en uno de sus paseos por la zona, que los soldados españoles luchaban allí para defender la seguridad de nuestros hogares aquí en España. ¿Es por eso que aumentamos ahora nuestra presencia allí? Los talibanes no parecen representar una amenaza seria contra nosotros, sinceramente. Al Qaeda sí lo es, pero no está en Afganistán, sino que se ha refugiado en la vecina Pakistán. ¿Cómo piensa, pues, aumentar nuestra seguridad el gobierno español? Ganar en Afganistán no es suficiente, aunque perder sea un desastre.
 
Por lo tanto, Zapatero debería explicarnos para qué quiere a nuestros militares en Afganistán, en primer lugar. En segundo lugar, qué les ha mandado hacer para contribuir a lograr una "solución satisfactoria" en palabras de Obama. ¿Van a seguir rehuyendo el combate más allá de en defensa propia? Tercero, Zapatero debería decirnos cuál es su objetivo final: ¿Un gobierno estable y democrático en Kabul? ¿Un Afganistán regido por los talibanes "moderados"? Por no decir de algo tan básico y necesarios como su propia valoración de la estrategia de Obama a la que tan dispuesto está a contribuir. ¿Cree de verdad nuestro presidente que la apuesta del presidente americano puede ser exitosa y no pasar a convertirse en un nuevo Vietnam? ¿Está dispuesto nuestro presidente a meternos en una debacle militar? Desgraciadamente la guerra de Obama y Zapatero va muy mal y tiene toda la pinta de estar a punto de perderse, con o sin soldados españoles. Para desgracia nacional, España pinta poco en este conflicto. Salvo el riesgo al que el presidente somete a nuestros soldados caprichosamente. Y lo que es peor, por pura cosmética política. Más que aumentar, tal vez debería reducir.